viernes, 3 de agosto de 2012

EN ROTARY NO HAY LUGAR PARA LA MEDIOCRIDAD


      Desde sus tiempos más remotos,  Rotary ha perdido rutinariamente socios de los clubes que no quisieron seguir los estándares y principios morales que sirven a nuestra organización como guías de comportamiento en los negocios.  Sin embargo, la salida de tales socios no debiera ser nunca considerada como una pérdida  para  Rotary, pues nuestra efectividad depende en gran parte de sostener y acrecentar nuestra reputación de integridad.

    Si sacrificamos nuestros estándares por tener más socios que pagan cuotas, arriesgamos una perdida aun mayor en efectividad y  credibilidad.  Hoy, más que nunca, no hay lugar para la mediocridad en Rotary.

    Cuando hay conflictos que arden en todo el mundo, necesitamos rotarios que tengan el entendimiento internacional requerido para promover la paz y buena voluntad.  Cuando hay cientos de miles de gente desposeída de sus hogares por desastres naturales en todas  partes del mundo,  necesitamos a Rotarios con compasión  y conocimientos para asistir en los esfuerzos de reconstrucción.  Y con comunidades asediadas por muchos problemas sociales, necesitamos rotarios de carácter bueno que no sólo enfrenten estos problemas, sino que también actúen como modelos ejemplares y consejeros para los jóvenes.  La mediocridad no puede enfrentar estos retos o los muchos otros problemas de los que está plagado nuestro mundo.

    Algunos clubes simplemente admiten a alguien y esperan que  de alguna manera se convertirán en Rotarios comprometidos.  En clubes activos con liderazgo vigoroso puede que suceda esta transformación.   Tales clubes generalmente son capaces de atraer nuevos socios calificados.  Los clubes que han permitido reinar a la mediocridad son  los que están dispuestos a bajar el nivel de calidad de los socios, y  disminuyen con esto aún más la esperanza de subir los estándares del  club y sus logros de servicio.

    Me imagino que cada uno de los logros significativos de nuestro club se podría atribuir a socios comprometidos y entusiastas.  E indudablemente, entre más socios de este calibre se tienen, más ha  logrado nuestro club,.  Pero aun los Rotarios más comprometidos pueden perder la fe con un liderazgo mediocre y una membresía apática.  Si estamos tratando de enrentar el reto de una membresía en declive disminuyendo sus expectativas, no estamos resolviendo el problema sino simplemente demorando y probablemente aumentando la severidad de sus consecuencias.

    Por 107 años los Rotarios han abrazados los valores éticos y  morales básicos como su brújula en un mundo cada vez más complejo.   A pesar de diferencias culturales hemos compartido estos valores y los hemos hecho parte integral de nuestra identidad como Rotarios.   Ahora en estos momentos de reto y controversia, necesitamos apoyarnos en nuestros principios básicos para revitalizar a nuestros clubes.   Mientras la membresía en un club Rotario esté asociada con integridad, honor, equidad, tolerancia y humanitarismo, estamos convencidos de  que nuestra organización podrá superar los desafíos en membresía que enfrentamos hoy y continuará prosperando en el siglo 21.


Comité de Información Rotaria
  Agosto 08 /12
Aurelio Licón Baca

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