Una tarde de noviembre de 1989, cientos de rotarios participantes en un Instituto Internacional llenaban el vestíbulo del hotel Hilton en Berlín Occidental. Todos esperaban ansiosos la llegada de los taxis que los llevaran a la Velada de Hospitalidad, pero esa noche no llegó ninguno.
Por fin un empleado del hotel se acercó a un micrófono y, tal y como lo recuerda el organizador Peter Lorenz del Club Rotario de Berlin-Spree, anunció:
“Tenemos que rogarles que sean pacientes ya que los taxis que solicitamos no pueden llegar al hotel. Como pueden comprobar, miles de visitantes de la zona oriental de la ciudad están en las calles y bloquean el acceso al hotel. Hemos esperado 28 años para recibir a estos invitados y les pedimos que esperen con nosotros. La puerta de Brandenburgo está abierta y el muro ha caído”.
La caída del muro de Berlín cumple su 20 aniversario este mes. Este acontecimiento marcó el comienzo de cambios políticos muy significativos en Europa, pero también indicó el comienzo de una nueva era para Rotary. Dicho hito, además, coincide con el renacimiento de Rotary en Europa Oriental.
Los rotarios alemanes, asombrados por lo sucedido el 9 de noviembre, contemplaban felices la posibilidad de una Alemania reunificada y lo que esto significaría para Rotary. No perdieron tiempo en empezar a trabajar, incluso cuando el muro estaba cayendo. Socios del Club Rotario de Berlin-Tiergarten dieron la bienvenida a los visitantes que cruzaban el muro desde Berlín Oriental ofreciéndoles té y café. Los rotarios también donaron mapas de Berlín Occidental que los habitantes del Berlín Oriental necesitaban ya que sus mapas no incluían las calles de esta parte de la ciudad. “El café se enfrió, pero los mapas desaparecieron en un instante”, recuerda Jürgen Thormann, socio del Club Rotario de Berlin-Tiergarten.
En los meses que siguieron, rotarios de la Alemania Occidental crearon estrategias para restablecer clubes que existieron anteriormente en la zona oriental del país en ciudades como Chemnitz, Dresde y Leipzig.
Gobernadores de distrito alemanes y austriacos establecieron planes para ampliar la presencia de Rotary en Alemania Oriental y en los países vecinos como Checoeslovaquia, Hungría y Yugoslavia. Los clubes y distritos también empezaron a realizar seminarios con comunidades de Alemania Oriental, muchos de los cuales dieron lugar a programas de hermanamiento de ciudades o a proyectos que todavía están en marcha veinte años después.
Aunque el concepto de los clubes de servicio no era conocido para toda una generación de la Alemania Oriental, menos de un año después de la reunificación alemana, ya se habían establecido allí 49 nuevos clubes.
En marzo de 1990, Hugh Archer, entonces presidente de RI y presente en el Instituto Internacional de Berlín Occidental cuando cayó el muro, viajó al Kremlin para explicar el concepto de los clubes de servicio a funcionarios soviéticos. Tres meses después, se constituyó el Club Rotario de Moscú.
En otoño de 1995, la Alemania reunificada contaba con 91 nuevos clubes y el movimiento rotario continuaba expandiéndose rápidamente por toda Europa Oriental.
Rotary esta integrada por 1,2 millones de dirigentes, Los socios de los clubes rotarios brindan servicio humanitario, promueven la práctica de elevadas normas de ética en todas las ocupaciones y contribuyen a promover la buena voluntad y la paz en el mundo. Funcionan más de 33.000 clubes rotarios en más de 200 países y regiones. Los clubes están abiertos a todas las culturas, razas y credos. El lema, Dar de Sí antes de Pensar en Sí, refleja su objetivo principal de servicio en la comunidad.
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