Son Muchas y muy distintas, sin duda, las
posibles y acertadas contestaciones que pueden satisfacer, desde ángulos
diferentes, y con amplitudes diversas,
esta necesaria interrogación. Pero la
aspiración mayor es llegar a una respuesta ampliamente satisfactoria que se
acerque, posible fuere, a una síntesis
integral del significado y del fin de Rotary.
Cuando analizamos y evaluamos una vida individual, propia o ajena, nos
limitamos generalmente a dos aspectos fundamentales: el funcional y el privado.
Conviene, empero, distinguir de estos dos aspectos, otro de suma
importancia: el de nuestras influencias.
Cualquiera sea nuestra posición social nuestro oficio, profesión o arte,
nuestro credo religioso, doctrina filosófica, concepción ética o ideario
político, ejercemos, con sus resultancias en nuestra propia vida, influencias
de todo orden sobre otras vidas y otros seres, quienes a la vez, las
extienden de unos a otros por
percusiones sucesivas.
Tanto
un pensador iluminado, un orador inspirado, como un ser sencillo pero bondadoso
y sereno, un hombre de acción directiva recto y servicial, un negociante
honesto o un obrero consciente o un maestro comprensivo y cariñoso. . . todos emiten ondas de influencia, tal vez
infinitas e inextinguibles. Es la
contribución del individuo, por íntimo que sea, a la sociedad entera; es su participación y su
proyección al conjunto de la humanidad.
En
el Club Rotario se viene a robustecer la fe en el valor de esta influencia, que
el bien intencionado adopta con fin máximo de vida.
En
el Club Rotario se viene a adiestrar, intensificar y orientar la capacidad
individual de influencia útil.
Pero el club Rotario hace más aún: une, combina y coordina esas
influencias individuales en un concierto armónico de sentimientos, ideas y
realizaciones que las fortalece y múltiplica.
En
ello radica uno de los valores esenciales de Rotary que más que doctrina nueva, es formula de coordinación,
sistema de organización de las
influencias individuales, integrándolas en un esquema efectivo de acción colectiva (corporativa por el
procedimiento de las clasificaciones, regional, nacional y mundial), Rotary es,
en esencia, un humanismo
Llegamos así a una respuesta sencilla para la pregunta esencial del “¿Por qué y para qué somos rotarios?”. Para poder gozar ampliamente de la dicha de
nuestra utilidad, sometiendo nuestra capacidad de beneficiosa influencia al
proceso rotario, para su máximo aprovechamiento colectivo.
Este claro y sencillo concepto de nuestra propia actuación rotaria,
puede servirnos además para satisfacer el interés inquisitivo del no-rotario, y
más aún del rotario en ciernes, cuando nos pregunta:” ¿Por qué y para qué Rotary?”.
Vive Rotary
Cambia Vidas
Comité
de Información Rotaria
Agosto
14/13.
Aurelio
Licón Baca
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