martes, 19 de marzo de 2013

UN LEMA ROTARIO Dar de sí antes de pensar en sí


Lo que ha de  quedar de nosotros en la memoria de quienes puedan  guardarnos un recuerdo afectuoso, estará siempre en relación de lo que hayamos dado en nuestro paso por la vida.  No en vano pudo decir alguien que sabía pensar y que sabía también dar forma a su pensamiento:   “No es más rico aquel que más tiene, sino aquel que más da”.  Pero, se podrá responder, ¿cómo puede dar quien nada tiene?

     Siempre es posible dar mucho más de lo que supone.  Podemos dar algo de lo  que hemos atesorado dentro de nosotros mismos, y al darlo, no reducimos en nada ese caudal y hasta podemos darnos nosotros mismos, para lo cual bastará que sepamos descubrir quien puede necesitar algo de nuestro acervo espiritual y darlo con oportunidad.

     La vida de reacción, el contacto directo con el mundo que nos rodea y un cabal sentido de la convivencia, ofrecen innumerables oportunidades para dar algo de eso que tan poco cuenta y que tanto vale.

     Compartir penas y alegrías con nuestros amigos, y hacerlo con lealtad y con  nobleza, es una forma de dar.

     La colaboración desinteresada en una obra útil, con algo del tiempo que nos sobra y con algo de las energías que nos han permitido triunfar, es también un forma de  dar.  Como lo es también el saber vencer nuestra indiferencia.

      Y cuando así damos, damos parte de un tesoro que tiene la virtud de agrandarse  en la medida en que aumentan los que lo comparten.

      “Dar de sí antes de pensar en sí”, he aquí el más noble lema y tal vez el que con  mayor intensidad ha desarrollado Rotary International a través de sus ciento ocho años de existencia, durante los cuales puede presentar el más halagador balance de  servicios prestados.

       Aun cuando Rotary de acuerdo a su consigna superior de servir a los nobles postulados de su doctrina, sirve de inspiración al hombre para lograr un más completo desarrollo de su capacidad individual en su ideal de servir a la colectividad, que traduce un imperativo de la conciencia, una conclusión honesta y vocacional de ser útiles a los  demás en todos los aspectos posibles no solo en la materialidad del concepto sino cuando  menos en la  expresión amistosa de una sonrisa que infunda optimismo.
¿ Cómo debemos actuar al amparo de la ética de Rotary ?

    Indudablemente que dando eficaz aplicación del ideal de servir como células útiles y ejemplarizantes del conglomerado social; actuando en el ambiente social, en los centros culturales, deportivos entidades representativas del medio, etc.  Estudiando el ambiente de nuestra particular actividad.

    Con esto damos una nueva amplitud a la acción de servir en base de Rotary.  No solo servir para beneficiarse, sino también servir porque hemos recibido: Dar con gusto y no con miras egoístas. “DABO CORDI” dirían los latinos. Daré con gusto. Un bello lema más para Rotary.














Comité de Información rotaria
Marzo 20/13
Aurelio Licón Baca

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