Hace ciento ocho
años que un hombre soñador, escudriñaba el vacío de un mundo que a comienzos de
nuestro siglo entraba de lleno en la fase del maquinismo y la técnica por un
insospechado progreso material.
En su ritmo vertiginoso y reciente, nacían por todas partes las
especializaciones como consecuencia lógica de la división del trabajo, y la
especialidad traía el aislamiento de los
técnicos.
En los grandes centros industriales
bullía la mecanización en medio del ajetreo cotidiano de los hombres que en su
afanoso batallar, se separaban cada vez más de las nobles conquistas del
espíritu, que había logrado sus triunfos en la época caballeresca y romántica
de siglo anteriores.
Por eso fue en el nuevo mundo,
justamente en el propio corazón de la joven América, en Chicago, en esa ciudad
inmensa, en que se perdían los nobles valores espirituales humanos frente al
imperativo del materialismo, donde surgió la personalidad vigorosa de una mente
inspiradora y visionaria de un joven abogado, Paul Harris, amante de la verdad
y de la justicia, quien esparciera su reguero de ilusiones y esperanzas para
cultivar la amistad y lograr el
entendimiento de los hombres de las más diversas profesiones y actividades
humanas, para encauzar sus nobles acciones en bien de la comunidad.
Así nació Rotary, el 23 de Febrero de 1905, con su sobrio sistema
de clasificaciones, para formar un organismo armónico completo. Su primer emblema fue una
simple rueda lisa como símbolo de
movimiento y progreso.
Esa sencilla rueda simbólica se ha
completado al correr de los años, hasta llegar a la perfección actual de
nuestra rueda dentada, que en oro y
azul, gira eternamente con sus 24 dientes que representan las 24 horas del día,
para indicarnos el valor del tiempo en las conquistas del espacio para nuestros
ideales.
Su simetría perfecta con su engranaje
armónico, mueve todas las actividades, y no solo gira sobre el eje medular de
sus propios fines y objetivos, sino que pone en marcha a todos los rodajes de
una comunidad estimulando y fomentando toda empresa digna.
Esta cruzada de los caballeros del
ideal, que palpan en todas partes los dolores y las angustias, que luchan contra las fuerzas del
odio, la ignorancia , la incomprensión, la envidia y el egoísmo; este ejército
de paz, sin más armas que la buena voluntad, la buena fe y sus nobles principios, ha
conquistado en ese lapso de 108 años casi el globo terráqueo entero.
No ha habido hasta ahora para Rotary otra barrera infranqueable en este
planeta que la restricción de la libertad.
Existe en 166 países y regiones, y en
34.404 clubes diseminados por todos los continentes sesionan semana tras
semana 1.230.551 rotarios, actuando como
el más poderoso catalizador del progreso material y espiritual de la humanidad.
La sagrada valorización de los
derechos humanos, que ha sido la conquista más preciada y consciente del
intelecto, encuentran en Rotary, como en la filosofía de la historia, la
concepción de la esencia de la teoría
del conocimiento, y representa hoy, el
más grandioso baluarte para
defender la libertad de expresión y de pensamiento, sin distinción de
ideologías políticas, religiosas, o raciales en un sagrado clima de respeto y
tolerancia, para encontrar el camino de lo justo y verdadero, al que está
ligado el triunfo de la civilización y
la cultura en todos los pueblos y en todos los tiempos.
Sigamos celebrando
108 años de triunfos de Rotary Internacional.
Comité de Infomacion Rotaria
Febrero 20/13
Aurelio Licón Baca
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