Los pretextos no
deben tener cabida en un Club de servicio, a menos que exista una verdadera
emergencia o causa de fuerza mayor. Todo
Rotario sin excepción debe y puede dar algo personal a su club o a la comunidad, aún cuando ello infiera algún pequeño sacrificio o molestia a su muy
particular vida. En esa forma sí tendrá mérito su participación y no solamente otorgando limosna con algo que
tal vez arrumbado en el desván de su
egoísmo o que aporte un bien material, únicamente para eludir su verdadera responsabilidad como
servidor de su comunidad.
El
rotario que no trabaja, ya se ha indicado que sólo podemos conceptuarlo
como membresía, pero jamás como verdadero servidor de su comunidad, que es la esencia y significado
de porque ostenta el distintivo de la rueda dentada en la solapa. También contemplamos con
desilusión que una mayoría de
socios que son renuentes a cualquier trabajo, normalmente son prestos siempre a
la crítica y a la exigencia, para el que sí trabaja y ayuda. Como también tiene fallas funestas al
compartir Rotary.
Abundando al respecto, normalmente se
frena a los clubes impidiéndoles cumplir fielmente con su deber de
Instituciones de servicio, puesto que al
pretender efectuar una rifa, una colecta o algo que los provea de fondos; esos mismos socios que no colaboran
como sería su obligación, de inmediato
invocan nuestra legislación rotaria, indicando que Rotary no lo recomienda y
que no somos Instituciones de caridad, etc.
No les falta la razón debemos
reconocerlo así, pero si son pocos los socios que trabajan y aún menos los que cooperan, cómo
piensan que su club pueda cumplir con la misión para el que fue fundado. El compartir Rotary se ha deformado, se han
establecido reglas en cuanto a derechos, Pero no a obligaciones.
Nuestros Rotarios más estudiosos, han
afirmado que en general en los Clubes Rotarios no trabajan más del 30% de su
membresía actual, pero para operar con
mayor eficiencia se requiere de una mayor participación real, pero no debemos
olvidar que el factor económico para
hacer obras también es preponderante, para un desempeño más eficaz y esto
se logra en mejor forma con mayor membresía
que nos ayude a conseguir recursos.
En tal forma, Rotary nos pide que seamos
prácticos, sin que ello implique echar raíces en la tierra, que nos impida
actuar. Seamos idealistas sin que el ideal nos remonte hasta las nubes y no perdamos la noción del mundo en que vivimos;
seamos abiertos de corazón, seamos buenos, sin que ello implique transformarnos
en una asociación de beneficiencia.
Luchemos por la libertad dentro del
orden, dignificando nuestra condición ciudadana, sin que ello importe traer
a nuestra mesa los menesteres políticos
que dividen a los hombres en bandas irreconciliables. Hagamos culto fervoroso de nuestras creencias
religiosas, pero no para imponerlas a
los demás, sino para apuntarlas a nuestra propia fe en el destino inmortal de
la especie humana. Por estos caminos
podemos determinar el lugar exacto a que llegaremos; pero hay que esperar
confiados de que así llenaremos nuestras vidas; de un contenido honorable y de
que nuestro fugaz tránsito por el mundo no será estéril. Por ello nunca debemos olvidar que Rotary
vale por lo que cada Rotario hace. En
esta convicción radica que Rotary vale por lo que cada Rotario hace. En esta convicción radica el sentido de
responsabilidad Rotaria. Que no da
lugar a caprichos y poses de ejecutivos de Club malinformados.
Y recuerden que
servir a la humanidad es la mejor obra de una vida.
Comité de Información Rotaria
Enero 16/13
Aurelio Licón Baca
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