Para los que sólo conocen a Rotary por el nombre, su internacionalidad ha sido siempre un motivo de crítica, porque suponen que el ser internacional envuelve una falta de patriotismo.
Y nada más lejos de la verdad que una aseveración de esta especie. Hasta hoy se ha dejado que la acción rotaria convenza a los engañados de buena fe y les dé tranquilidad y confianza para cooperar en una obra, que por ser demasiado grande, sobrepasa los límites de cualquier país y anida en el mundo como factor de unión que asegure paz y dicha para todas las patrias.
Rotary es, a pesar de ese maravilloso internacionalismo, una institución eminente y fundamentalmente nacional y patriótica. Y lo está probando su acción que rueda infatigablemente por los cuatro caminos que marcan sus postulados y mantiene, en nuestro país México, huellas permanentes de sus anhelos de servir, a través de mas de 10,000 Rotarios que ejercen su apostolado de buena voluntad en comunidades de nuestra tierra, dejando en cada una, el calor de las realizaciones espirituales y materiales que han unido a los hombres de trabajo y han abierto horizontes para la comprensión de las almas.
Parece de sumo interés fundamentar los razonamientos que definen la especial y necesaria internacionalidad de Rotary, especialmente en esta época en que se piensa en la guerra.
Ante esta situación restringir la acción rotaria a la propia tierra sería antipatriótico, porque la confianza despertada en el ambiente nacional solo aseguraría una paz interior que, siendo una gran cosa, no sería suficiente si los demás países no comprenden ni viven la amistad que busca la solución de todos los problemas nacionales e internacionales, por medio del entendimiento de la gente de trabajo.
Por principio, Rotary sólo puede vivir en los países donde impera la libertad, Hemos visto como nacieron clubes en muchas naciones y como tuvieron que desaparecer cuando el despotismo o la dictadura entraron a regir sus destinos y como han vuelto a constituirse cuando recobraron la ansiada libertad.
Es que la base fundamental de la vida rotaria, es la libertad espiritual y es ella la que reúne las almas para servir a quien necesitan, sin mirar personas y sin preguntar a los que sirven, sus ideas, sus razas o religiones. Rotary busca y estimula todo aquello que trae o lleva comprensión para los hombres; lo que puede dividirlos no lo acepta, porque el servicio, como la fuerza, necesita de la unión para ser efectivo y eficiente.
Hoy se levanta la bandera del rotarismo en todos los países donde los hombres disponen de sí mismos, sin trabas que limiten su acción material ni mordazas que obtaculicen la expresión de sus sentimientos.
Colocado Rotary en este plano de libertad para poder nacer y vivir, y en este plano de independencia personal para poder servir, es ilógico suponer que su universalidad pudiera limitar o diluir el amor patrio, ya que este efecto es inherente al alma del hombre bien nacido y de corazón bien puesto, que son las convicciones básicas y mínimas que se exigen al postulante a socio de cualquier Club Rotario.
Nuestra institución no transige con aquellos que desconocen o abominan de
Si Rotary Internacional circunscribiera su acción dentro de los limites de nuestro país, habría dado cumplimiento a tres de sus grandes postulados, pero habría eliminado el cuarto que es, precisamente, “estimular y fomentar la inteligencia, la buena voluntad y la paz entre las naciones, por el compañerismo de sus hombres de negocios y profesionales, unidos en el ideal de servicio”.
Los anhelos son que la gran parte del mundo se convenza, busque y marche por el camino que conduce a que las discordias internacionales se discutan y se solucionen por medio del razonamiento y la justicia, sin internacionales y la justicia, sin intervención de las armas.
El viejo aforismo que hasta hoy no ha podido ser sustituido y que dice: “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”, Rotary desea reemplazarla pregonando “SI QUIERES
Comité de Información Rotaria
Abril 11/12
Aurelio Licón Baca
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