No puede pasar inadvertido a nadie que, en el torbellino de preocupaciones y angustias que alteran tan profundamente el ritmo actual de la vida humana, priman dos tipos de problemas con su consiguientes peligros y amenazas: la tensión política internacional y las dificultades económicas de todo orden. Estos problemas esenciales tienen, además entre sí, relaciones de causa a efectos, en uno y otro sentido.
Rotary, que – por su misma constitución representativa de todas las actividades de la sociedad en que actúa – está continuamente animado, en “ vibración simpática” , por las pulsaciónes o conmociones exteriores, no escapa a esa prioridad y predominio de origen político económico. Esa perfecta asimilación de Rotary al ambiente social es lógico e inevitable, necesario y loable.
Debe reconocerse, empero, que esos problemas y preocupaciones, con sus múltiples consecuencias materiales, acaparan nuestra atención con cierto desmedro de elementos de otra categoría (espirituales, morales, intelectuales, culturales, afectivos…) que no debemos dejar de valorar, pues en final de cuentas, es de ellos que han de surgir las soluciones definitivas.
Además de su función coadyuvante en el accidentado funcionamiento del vasto mecanismo social, Rotary tiene y debe tener una serena y permanente función reguladora, que es también resultancia directa de la sabia constitución selectiva de sus entidades, en que están representadas no sólo todas las actividades profesionales sino también todos los modos de sentir, de pensar y de anhelar.
Recordemos que el primer Club Rotario fue creado a manera de verdadero refugio defensivo para las buenas intenciones y procederes en un ambiente de áspera lucha económica con desplantes de máximos egoísmos materialistas.
Extendiéndose Rotary, se estilizaron sus fines: y de refugios defensivos, los Clubes se volvieron oasis de elevados ensueños, que pronto engendraron designios realistas y prácticos de progreso, entendimiento, amistad, paz, que se difundieron en todo el campo mundial.
En conclusión, puede afirmarse que todo Club Rotario se empeña en asesorar e interesar sus socios, por medio de los elementos más capacitados, acerca de los temas de mayor importancia que son causa de preocupación colectiva y aún mundial. La finalidad primordial de esa acción es ayudar a los socios, a cumplir lo más acertadamente posible, la misión que Rotary les encomienda en la sociedad.
Para este mejor cumplimiento rotario, se reserva gran parte de la atención del Club a un continuo adiestramiento en el espíritu, el ideario, la ética y los bien especificados objetivos idealistas y realizadores que caracterizan a Rotary, tanto como en sus prácticas tradicionales de bien concebida unión por medio de la genuina amistad rotaria.
Toda la labor del Club es regida así y siempre en función de Rotary, y con vista a la acción rotaria de sus integrantes.
Comité de Información Rotaria
Noviembre 10/10
Aurelio Licón Baca
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